Nos estamos encontrando en consulta a muchas familias que nos dicen “Mi hijo/a no hace caso”. Así que os queremos dar algunas recomendaciones y pautas para poder ayudaros y que pongáis en práctica en casa.
Primero vamos a entender que hay diferentes razones por las que los niños/as no hacen caso:
-No comprenden las órdenes que les damos.
-Se dan muchas órdenes seguidas y muchas veces sin sentido.
-Transmitimos inseguridad a la hora de transmitir las normas u órdenes.
-Las normas son poco claras e incoherentes.
-No hay consecuencias estables cuando no obedece, y las incumplimos.
-Hay diferentes cuidadores en los hijos/as y las normas son diferentes.
-Los niños/as se acostumbran a desobedecer y que no tenga consecuencias. Como se salen con la suya siempre lo ven como un premio más que como un castigo.
-Hay una etapa evolutiva en la que los niños/as desafían y quieren saltarse las órdenes y normas. Es una etapa habitual en el desarrollo de los niños.
-Algunos niños/as tienen un temperamento más difícil de manejar.
Después de entender lo que le ocurre a nuestro hijo/a qué podemos hacer para que obedezcan:
1.Debemos establecer unas normas:
-El niño/a debe tener una normas claras y concretas, adaptadas a la edad del niño/a.
-Las normas deben ser conocidas por los niños/as, es decir, debemos explicarles que deben hacer e incluso escribirlas en un papel o cartulina para que el niño/a las vea.
-No son caprichos, sino normas básicas.
-Algunos ejemplos de normas son:
*Recoger los juguetes cuando termino de jugar.
*Comer sentado en la silla.
*Nos vamos a la cama a las diez de la noche.
*Hablar con respeto y sin gritar.
2. ¿Cómo debemos dar las órdenes o normas?
-Es importante que los niños las conozcan de antemano. Es muy útil hacer un cartel con ellas escritas en las que ellos mismos puedan expresar alguna norma o incluso
negociar con ellos las consecuencias positivas o negativas.
-Asegurarnos que nuestro hijo/a está escuchando cuando le damos la orden y la entiende.
-La orden debe darse con seguridad y firmeza, sin gritar. Una orden no es una pregunta. Es mejor decir “Me gustaría que recogieras tus juguetes” a “¿Quieres recoger tus juguetes?
-No dar más de una órden seguida, asi el niño/a se pondra nervioso y se verá presionado y será más facil que se produzca un conflicto.
-Hay que dejar un tiempo prudencial para responder a la órden, tener cuidado con
vuestras exigencias.
-Dejar hacer, no acabéis realizando vosotros lo que debe hacer el niño/a. Podemos
supervisarles para ayudarles y para ver que las cumplen correctamente.
-Es muy importante valorar y reforzar de manera positiva cuando cumpla las normas u órdenes.
3. Prestar más atención cuando se porta bien. Esto es un error muy habitual, estamos más centrados en lo negativo y nos fijamos más en ello. Si prestamos atención también cuando se porta bien y cumple las normas conseguiremos que vea que así consigue más cosas y se vuelva a comportar así la próxima vez.
4. Por ello, cuando no obedece debemos indicarle y enseñarle alternativas para la próxima vez y cómo debe hacerlo o cómo nos gustaría que se comporte.
Si todas estas pautas no funcionan, y el niño/a sigue sin obedecer, podemos hacer lo siguiente:
*Llamadas de atención. Si nuestro hijo/a no cumple nuestras normas u órdenes podemos llamarle la atención 3 veces como mucho.
-La primera vez le recordamos la órden.
-La segunda se lo diremos con más firmeza, y sin gritar.
-La tercera y última vez, le anticiparemos las consecuencias que tiene si no cumple
*Aplicamos las consecuencias. Si el niño/a no responde a las normas, aplicamos las consecuencias negativas de inmediato. Es importante ser coherente y constante.
*Retirar privilegios. Si decidimos como consecuencia la retirada de juguete, actividad, play, tablet…tenemos que hacerlo de inmediato. El tiempo de retirada no puede ser muy elevado, ya que no cumpliremos. Debe ser breve y será más fácil que podamos cumplirlo y mantenerlo en el tiempo. Por ejemplo, retirar un juguete a un niño pequeño durante una hora o retirar la play una tarde en niños más mayores.
*Debemos ser coherentes. Es importante que nuestros hijos vean que mantenemos las consecuencias, de lo contrario se aprovecharán de esto y les dará igual los castigos.
*No debemos premiar la desobediencia. El niño/a no puede aprender que con su mal comportamiento consigue lo que quiere o consigue cambiar nuestras consecuencias. Si esto ocurre, aumentará la probabilidad de que el niño vuelva a hacerlo en una situación similar.
*Los padres sois un equipo. Es importante que los niños/as reciban el mismo mensaje por ambas partes, e incluso de terceros si hay otros cuidadores. No debemos autorizarnos delante de los hijos/as, puede ir en nuestra contra.
Ponte manos a la obra y conseguirás que tu hijo/a te obedezca. Mantén la constancia y la seguridad.